La recepcion por parte del personal del hotel fue estupenda, los chicos de recepcion muy agradables y amables, no podemos decir lo mismo del Restaurante para cenar, fue decepcionante,el trato recibido por parte de la chica rubia que nos atendió no fue amable, asi como el del camarero, poco profesionales y con ganas de que te marches de la mesa pron, cuando llegamos al hotel el primer dia, observamos que habia un restaurante muy bonito, con una decoracion gris y sillas comodas, la mayoria de sus mesas redondas, por tanto, una de las noches pedimos a recepcion que nos reservasen una mesa para 6 personas en una de las mesas redondas, nos indicaron que lo intentarian.. bien.. al llegar el dia de ir a cenar, la chica rubia que nos atendió por la noche en el restuarante nos dijo de forma desagradable y seca que ese salon estaba cerrado y se sorprendió que nos hubiesen ofrecido ese salon, a lo cual, le respondimos, que, el salon donde ibamos a cenar, no era el del resturante a la carta donde pretendian sentar, ya que estabamos en el salon donde se ofrecen los desayunos y tiene menos privacidad.. bien, accedimos a cenar en el restaurante donde se sirven los desayunos, la atencion del camarero que nos atendió fue bastante apatica y no muy cortes, le pedí recomendación, porque queriámos tomar un vino de 41 € la botella y nos indicó que mejor otro de 26€ que estaba muy bien, a lo cual accedimos.. el vino malisimo, no habiamos terminado de cenar y ya montaban las mesas para desayunar.