El hotel es muy lindo, la decoración es espectacular muy típica de la región, los ambientes muy agradables, para lo caótica que puede llegar a ser la Medina y sus calles estrechas y bullicio, el hotel es un oasis donde se siente mucha tranquilidad. El servicio y la atención muy buenos, todo el personal muy atento, amable y cordial, principalmente quiero destacar el acompañamiento de Fátima, es muy atenta, amable y servicial, siempre pendiente a solucionar nuestras inquietudes y excelente anfitriona, desde la llegada brindando todas las recomendaciones y orientaciones necesarias, muy satisfechos con su gestión.