El check in es complicado en su plataforma, al llegar no había recibido el código para poder ingresar a la habitación y, en un inicio, el recepcionista tampoco me pudo dar acceso, después de varios minutos intentando con la plataforma, el joven me dio la clave.
En general, el lugar es muy lindo, súper limpio y confortable.
Las sábanas y toallas estaban impecables.
El colchón y las almohadas son muy cómodas.
La habitación que nos asignaron (101) estaba en planta baja, frente a la recepción y daba a la calle, por lo que era un poco ruidoso.
El baño era bastante reducido, no sé si sea así en todas las habitaciones.
No cuentan con estacionamiento, pero a la vuelta, en la calle San Luis Potosí, hay uno que es 24 horas con buenas tarifas.